Este escrito primerizo resume el espíritu de
las preocupaciones filosóficas de N. y esboza
planteamientos esenciales que desarrollará posteriormente. Su título
obedece a que tiene por objeto hacer una crítica a la idea vigente de la verdad
y especialmente a que esta idea estaría sustentada en una actitud vital
encubierta de carácter moral (para N esto significa negadora de la vida). Como
decía, esta obra, de las pocas sistemáticas y argumentativas del autor,
pretende someter a crítica la función
predominante de la conciencia y el entendimiento y de modo particular del
concepto de verdad que estaría a ello asociado. Especialmente cuestiona la
pretensión de la filosofía moderna de someter la vida a la razón y la visión
distorsionada y reductivista que esto entraña.
Se distinguen dos partes: la primera examina críticamente el valor de la conciencia y de la verdad; la
segunda opone a la verdad el valor
superior del arte y de la imaginación, auténticos cauces de la vida. En su
conjunto va expresando su visión vitalista y apunta los aspectos básicos de su
nihilismo.
I. <La crítica de la
verdad. ¿por qué la creencia en la idea de verdad como valor supremo
encubre una actitud moral ante la vida>
Se pueden distinguir tres grandes partes:
-la crítica del entendimiento y en especial
del impulso hacia la verdad. (0-95)
-el examen crítico del lenguaje ( o más
exactamente de la concepción predominante del lenguaje) en razón de que es la
justificación de la creencia en la verdad.. (100-70).
-la naturaleza de la verdad y el origen del
impulso hacia la verdad (175-345)
1.-El carácter falaz del entendimiento y de
la idea de la verdad.(0-95)
1.1.(0-65). Comienza denunciando la
pretensión del pensamiento moderno de que la conciencia (y por tanto del
hombre)sea el fundamento del universo (5-20); con descalifica la soberbia y
omnipotencia del filósofo (20).
Se supone que la conciencia, el intelecto,
puede dar cuenta de todo y hacer el mundo comprensible. Se funciona además como
si no pretendiera otra cosa que la verdad y que por tanto la verdad es el valor
supremo. Sin embargo hay un error de fondo: el intelecto esta al servicio de la
vida y solo funciona fingiendo, engañando. En esa medida ayuda a vivir a los
débiles, que necesitan de ese apoyo, es decir de engañarse, para sobrevivir.
(35-40).
Si el entendimiento es engañoso <veremos
porqué lo dice> ¿Cómo es posible que
esté tan arraigado el impulso hacia la verdad?. ¿por qué los hombres no ven
su proceder engañoso y lo toman por guía de la verdad?. La clave está en
aclarar lo que significa la idea de verdad. (45-65).
1.2.La verdad es un tipo peculiar de
fingimiento. (65-85)
Aun cuando para sobrevivir el hombre recurre al engaño, es preciso hacer
un pacto entre todos para evitar “la guerra de todos contra todos” y permitir
la sobre vivencia de todos. (70) <es obvio que N. rememora la teoría de
Hobbes de la formación del Estado>.
Se trata de acordar unas “convenciones
consolidadas” ( 80) por las que designamos a las cosas uniformemente de
forma valida y obligatoria, con lo que aparece “el contraste entre la verdad y
mentira (75). Es decir: verdad será el sometimiento a la regla aceptada para
designar las cosas y mentira no someterse y designar las cosas de otra manera.
Nótese que es un engaño colectivo porque lo que se tiene por verdad es una
ficción entre otras posibles, ya que como veremos es imposible designar las
cosas objetivamente. No se busca así el conocimiento o no estar engañados, sino “no verse
perjudicados por el engaño” (85).
2.-La crítica del lenguaje como refugio de la
verdad.(85-175)
2.1. El origen del lenguaje.
Como estas convenciones se concretan en el
lenguaje y las palabras (el lenguaje sería un sistema de convenciones) ¿qué
valor tiene el lenguaje?. Mas en concreto como N. ha denunciado que la verdad
es un invento que lleva aparejado una visión uniformista de la realidad, basado
en el “poder del lenguaje” (75), es preciso aclarar : ¿En qué
consiste ese poder?.
Al comunicarnos damos por supuesto que las
palabras expresan las cosas en su realidad y tal como son. Tenemos así fe en
las palabras. N. critica la idea espontánea y admitida por la filosofía de que
las palabras designan objetivamente la realidad. Este prejuicio tan solidamente
establecido supone el siguiente esquema:
cosa en síà concepto (idea mental) à palabra.
La verdad consistiría en usar las palabras
adecuadas correspondiente a cada cosa.
El error estriba en que “la cosa en sí”, es
decir la realidad al margen de uestra percepción, no existe. No podemos partir
más que de “impulsos nerviosos”, es decir de las reacciones que suscita en
nuestra mente las impresiones externas. Para N. el esquema correcto sería:
impulso nervioso--àimagen<metáfora>--àpalabra<2ª metáfora>.
<N. dice que hay en este esquema hay dos
metáforas: la imagen que formamos a partir del impulso nervioso (también
sensación),ya que al formarla seleccionamos, y la transformación de la imagen
en sonido, que es en realidad como una segunda imagen > (120-25)
2.2.La naturaleza del concepto y la
equivocación a la que induce el lenguaje.(140-175)
Originalmente la palabra sólo sería un sonido
con el que expresamos la metáfora. La metáfora no es más que una
imagen que seleccionamos para referirnos a otras imágenes. ¿A qué viene
entonces el concepto?, ¿qué es en realidad el concepto?.(140) Se
trata de un procedimiento mental para “encajar innumerables experiencias”
(145), con lo que se tiene que obviar el hecho de que la experiencia es algo
singular e individualizado (143). Esto lleva a que en su origen el concepto
sería una “metáfora olvidada”. El razonamiento que lleva esta conclusión es
como sigue:
La metáfora remite a lo que hay de singular y
particular en nuestras sensaciones. El concepto sin embargo engloba las sensaciones
más dispares sometiéndolas a un denominador común. Abandona así “de manera
arbitraria las diferencias individuales” (150) y se forma “olvidando las
desemejanzas”(160). En la medida que esto se olvida se tiene
al significado del concepto como correlato de las cosas y se llega creer en una
realidad en sí y en la verdad, que consistiría
en la correspondencia entre el pensamiento y la realidad. Se
tiene por verdad sólo lo común, igual y universal, dejando de lado lo diferente
y original.
Conclusión: el lenguaje da refugio a la
verdad por que olvida su verdadero origen: la metáfora.(160-75)
Se
explica así la tesis inicial: La fe en la verdad y en la veracidad del
lenguaje proviene de un inmenso olvido (100), el olvido de la metáfora. Es
decir olvidamos que las palabras son convenciones metafóricas y las tomamos
como correlatos exactos del mundo.
El lenguaje establecido se ajusta entonces al
siguiente esquema:
sensaciónà<imagen-metáfora>àmetáfora desgastadaàconceptoàpalabra.
Con ello se consolida la visión de la
realidad a través del concepto ( o sea racionalmente) cuyo correlato sería “la
forma” <recuérdese Aristóteles>, error supremo, pues la naturaleza “no
conoce formas ni conceptos, así como tampoco ningún tipo de géneros, sino
solamente una X que es para
nosotros intangible e indefinible” (165)
3.-Conclusiones sobre lo que hay detrás de la
idea de verdad (175-345)
3.1. El origen del impulso hacia la verdad: ¿
qué nos impulsa a vivir engañados? .(175-260)
Si la verdad son ilusiones, “que se han
olvidado que los son”, o lo que es lo mismo “metáforas que se han vuelto
gastadas”(175-80), queda por explicar
qué nos mueve a empeñarnos en ellas y olvidar el impulso originario a
crear imágenes. N refiere dos aspectos complementarios.
1º La transformación de la defensa de la
verdad en “un movimiento moral”
Partimos de la necesidad de ampararnos en lo
usual, de “mentir borreguilmente” (185)<alusión de N. A uno de sus temas
preferidos: la crítica de la
masificación de la vida humana cuyo producto es “el hombre masa” de nuestro
tiempo>, por interés de supervivencia. Al olvidarse lo singular y habituarse
a lo usual “se despierta un movimiento
moral hacia la verdad” (195), la actitud ante la verdad se torna una cuestión moral:
dice verdad el que generaliza, miente quien sigue la intuición. Todo ha
de quedar disuelto en esquemas y conceptos obedeciendo al “dominio de las
abstracciones” (200). Con ello lo racional se impone sobre la intuición y se
justifica moralmente como lo bueno y correcto.
2º Antropormorfización del universo.
Este proceder es en el fondo un acto de humanización de la naturaleza y
del mundo, ver esta según los ojos e intereses del hombre (240-260), pues la
actividad uniformizadora y
universalizadora de lo real que hacemos con la razón (es decir los conceptos)
“aspira a una comprensión del mundo en tanto que cosa
humanizada..”(250)Concebir y hacer en
suma el mundo a nuestra imagen y
semejanza. Se procede como si el hombre fuera “la medida de todas las cosas”
<alusión a la frase del sofista Protágoras>. Al pensar que los conceptos
designan la cosa en sí, se está en el fondo justificando la idea de que el
mundo que hacemos a nuestra medida es la verdad, a costa del olvido de que “las
metáforas intuitivas originales no son más que metáforas y las toma por las
cosas mismas” (260), lo que esto lleva consigo de vivir engañado creyendo vivir
en la verdad.
3.2.Lo que supone el olvido de la metáfora: El
olvido de la creatividad. (265-300)
El
hombre se pone a sí mismo e impone su perspectiva para formar la imagen del
universo. Pero al tomar lo que el ha producido como algo real en sí con
independencia del hombre, se olvida paradójicamente de sí mismo, se olvida que
está detrás de la imagen del universo y de la vida que da la ciencia, el arte,
la religión, pero especialmente se
olvida de su principal condición de “sujeto
artísticamente creador” (270).<aun sin saberlo N coincide en este
análisis con el análisis de Hegel y Marx
sobre la alienación humana>..
La creatividad artística se opone al presunto
rigor racional y tiene por base que entre el sujeto y el objeto no hay ningún
nexo firme. Por ello el hombre se ve obligado a tener “una conducta estética”
con el mundo, lo ha de “poetizar e inventar”. (270-85)
<Es interesante la aclaración que hace N
al hecho de que no quiere usar el término fenómeno ,ya que este, según
lo usa Kant, supone que la manifestación de la cosa en sí, por lo que supone
admitir ésta. N no admite tal cosa y por eso
sólo habla en este texto de impulsos nerviosos y de imágenes. Es significativo
de lo presente que tiene a Kant en esta obra, que en buena parte es una
contestación de la CRP>
Lo propio del poetizar es asociar imágenes
con sensaciones teniendo en cuenta que
no hay una relación necesaria entre ambas, no hay una imagen para cada
sensación, sino aquella que inventamos. <esta alusión aclara como entiende N
la metáfora>. El “endurecimiento” de nuestro pensamiento nos hace creer que
hay unas imágenes únicas y necesarias (
a las que tenemos por conceptos o expresión mental de la realidad)(295). Con lo
que se repite el error denunciado: nos engañamos creyendo que la realidad es
tal como la conocemos y que no puede ser de otra manera. <nótese que en todo
el análisis N coincide abundantemente con la explicación que hace Hume de la formación
de los conceptos y del carácter arbitrario de éstos,-sobre todo en la falta de
nexo causal entre las sensaciones y las imágenes- aludiendo al papel de la repetición, del hábito así como de la actitud
acomodaticia>
3.3. Conclusión: ¿de qué forma el mundo es
una creación artística?. (305-345)
Esta actividad creadora de la imagen del
mundo es en suma “un producto de la imaginación” (310), “creación altamente
subjetiva” (320) <en este aspecto, como el mismo reconoce profesa N un
idealismo radical>.
¿Cómo creamos las diferentes formas con las
que ordenamos la naturaleza y las sensaciones?. Partimos de nuestra
sensibilidad y de su orden elemental: el espacio y el tiempo (325).
Evidentemente N acoge en este punto la concepción idealista kantiana que
entiende el espacio y el tiempo como de la formas a priori de la
sensibilidad. Para N cualquier imagen y metáfora presupone estas formas que
garantizan la impresión de sucesión y regularidad de la marcha de los
fenómenos.. “Sólo por la persistencia de estas formas primigenias resulta
posible explicar el que más tarde haya podido construirse sobre las metáforas
el edificio de los conceptos” (345).
En definitiva la antropomorfización del
universo es la extrapolación a la naturaleza
“de las relaciones de espacio, tiempo y número” (345), <de ahí que
tenga su mayor expresión en la mate
matización de la física. Pero para N esto no son más que metáforas.>
II. <La superioridad de la intuición sobre la razón>
Una vez ha presentado las principales
oposiciones de las que se nutre la vida y la cultura: concepto / metáfora, razón/ intuición, ciencia/ arte, espíritu
conservador/ espíritu creador, ética/ estética...procede a desarrollarlas y
confrontarlas, poniendo el acento especialmente en la parte intuitiva y
creadora.
El denominador común de toda la actividad
humana es “el impulso hacia la construcción de metáforas” (365). Por lo común
se ha reconducido hacia la ciencia, pero tiene su terreno más indicado en la
creación de mitos y “sobre todo en el
arte” (370).
Hay que tener en cuenta que la ciencia y el arte tienen un suelo común: las
metáforas, o mejor las imágenes seleccionadas e inventadas por los hombres para
guiarse entre las sensaciones, el mundo con el que topamos. Esto afecta incluso
a la dificultad de discernir entre el estado de despierto y el estado de
dormido. En la práctica asociamos la vigilia a la vida regulara y rigurosa
montada racionalmente, mientras el sueño se identifica por la aparición libre
de imágenes. ¿Pero es un criterio suficiente?. Por ejemplo, ¿en qué se
distingue la vida de un rey que las doce horas que duerme se sueña siempre
criado, de la de su criado que esas
mismas doce horas se sueña rey todos los días?.Con esta imagen N se refiere a
la dificultad de distinguir entre la verdad y las apariencias...porque en el
fondo no hay más que apariencias o sensaciones.(380) ¿Qué pasaría si
estuviésemos convencidos de que la vida no es más que un sueño y al vivir somos
tan libres como cuando soñamos?
Todo lo que hacemos se basa en ficciones, convenciones, imágenes, es obra
del “fingimiento”, cosa en la que “el intelecto es maestro”. Como ha defendido,
estamos inclinados irrefrenablemente a
dejarnos engañar (400) pero por eso mismo nos permitimos algún momento de liberación, cuando acudimos a las
fiestas o al arte (teatro, ahora cine o fútbol) para divertirnos. ¿Qué
demuestra esto? Que en el fondo
necesitamos reconciliarnos con las ficciones y olvidarnos sea por un momento
del mundo racionalmente organizado. Llegado a este punto hay que reconocer que
las ficciones consolidadas en las que se refugia “el hombre indigente” no son
otra cosa que “un armazón para el intelecto liberado <es decir la
imaginación>
El arte desde este punto de vista demuestra
su superioridad sobre la ciencia o en general la racionalización de la vida y
la naturaleza.”Ambos ansían dominar la vida” (435) <N insinúa aquí la idea
que desarrollará en su madurez de la voluntad de poder como
esencia de la vida >. Pero de modos distintos. La ciencia cuyo emblema es la
verdad, que expresaría la voluntad conservadora de mera adaptación y
perpetuación, “mediante previsión, prudencia y regularidad” <posteriormente
N denunciará el resentimiento que estaría en su origen>. El arte, expresión
del “hombre intuitivo” entregándose a la vida con alegría, por mucho
sufrimiento que acarree. Aceptando también sin vergüenza “la inmediatez del
engaño” que hay en toda obra humana.
Ejemplo de tipo humano que sigue a los
conceptos tomándolos por verdaderos y que teme la vida buscando salvación y
consuelo es el filosofo estoico <su maestro Schopenhauer estaba próximo al
estoicismo, ¿piensa en él?> , figura premonitoria del hombre cristiano que
hizo objeto de sus peores críticas.
El artista creador es la prefiguración del
tipo humano que encarnará el superhombre en sus obras posteriores. De modo
incipiente N ya está sugiriendo el nihilismo y su asunción crítica con estas
impresiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario